lunes, diciembre 20

Estación Quinta Normal

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Autor: Melanie Hevia

Cátedra: Teoría II

Segundo Semestre 2010

Profesor: Eugenio Ferrer

Ayudante: Ignacia Barros

Calificación del Documento: Regular

 

 

Ficha Técnica Metro Estación Quinta Normal

Arquitectos: Consorcio Ara-Ingendesa: Enrique Burmeister, Cristian Barahona,

Alfredo Lizana, Fernando Arenas (proyecto y supervisión de obras).

Oficina externa asesora: Gubbins Arquitectos.

Ubicación: Calle Catedral y Av. Matucana. Santiago Centro (fig.1).

Cliente: Metro de Santiago S.A.

Ing. Calculista: Consorcio Ara-Ingendesa.

Constructor: Constructora Internacional S.A.

Materialidad: Hormigón armado, elementos de hormigón armado prefabricado,hormigón proyectado, revestimientos pétreos, revestimientos metálicos,estructuras de acero y aluminio, vidrio, revestimientos de aluminio y cerámica, pavimentos de baldosa micro vibrada.

Costo total de la construcción: 500.000 UF

Costo promedio m² construido: 25 UF

Superficie aproximada: 10.000 m².

Superficie construida: 20.500 m².

Año proyecto: 2000/2001.

Año construcción: 2001/2002.

clip_image004 Imagen 1 y 2

Descripción de la obra

Quinta Normal es la estación de mayor superficie en la red de Metro, con cerca de 20.500 m2 en tres niveles. El proyecto planteaba el desafío de resolver uno de los nodos de transporte de mayor envergadura de Santiago, el que involucraba la estación terminal de la línea 5, una estación de ferrocarril suburbano (Melitren) y la interconexión con la futura Intermodal Quinta Normal. Un conjunto de infraestructura de servicios por el que pasarían cerca de 300.000 personas diariamente. Representaba, además, nuevos y enormes desafíos a la ingeniería y a la construcción. Con un volumen aproximado de 195.000 m3, a una profundidad de 24 metros, posiblemente sea por muchos años una de las obras subterráneas más grande que se han construido en la ciudad.

Desde el punto de vista urbano, su emplazamiento junto al Parque de la Quinta Normal y la intervención en el borde poniente de la comuna de Santiago, otorgo una oportunidad única, al constituirse como un nuevo hito del transporte para la ciudad, a la vez que podía ser un elemento revitalizador del barrio poniente. La estación permitiría recobrar la Av. Matucana y el Parque de la Quinta Normal, con su nutrida oferta cultural a escala metropolitana, y vincularla con el centro de Santiago.

La Estación Quinta Normal cuenta con la particularidad de albergar espacios culturales, bajo el nombre de “Pablo Neruda”. Esta serie de recintos consta de una sala auditorio de 900 m2, una sala de exposiciones, vestuarios y servicios conforman un complejo de servicios culturales de 1.800 m2, además de elementos de exposición y vitrinas en la mesanina, lo que permite el montaje de muestras simultáneas en diferentes lugares.

Al recorrer hoy la avenida Matucana y asistir como miles de santiaguinos a las actividades del barrio, es evidente que las intervenciones recientes de la Biblioteca de Santiago, el Centro Matucana 100, la nueva sede del Museo de Arte Contemporáneo (MAC) y la Estación Quinta Normal, conforman un conjunto que cambió radicalmente el uso y el concepto del espacio público en Santiago. Se trató de una experiencia urbana inédita que nos acercó a realidades que sólo conocíamos visitando otras grandes ciudades.

Contexto

La estación Quinta Normal se caracteriza por estar situada en uno de los ejes más importantes de la ciudad de Santiago debido al circuito urbano-cultural que se ha ido construyendo en esa zona con el tiempo. Es por esto que el contexto inmediato a la estación está conformado de hitos e instituciones importantes, como centros culturales, museos, hospitales, complejos educacionales (universidades y colegios) y por supuesto, del mismo parque Quinta Normal que lo contiene.

Planimetría de la estación

 

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La obra es de tendencia arquitectónica moderna racionalista

La forma de dos prismas (fig.1) a partir de geometría básica, denota con el reticulado en fierro de color blanco que habla de cierta limpieza y que a su vez le da transparencia (fig. 2) . Su articulación está definida por limites visuales permeables a la visión, permitiendo la relación perceptual de lo externo y interno, desde la mirada. La permeabilidad de los prismas, gracias a la expresión de su materialidad permite en un determinado sector que la luz natural entre integrando un espacio de transición entre lo subterráneo (con luz artificial) y lo externo. Generando un espacio de transición.

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La composición estructural de la obra se basa en uno de los 5 puntos de la arquitectura moderna: la planta libre. Gracias a la sucesión de pilares a larga distancia se generan amplios espacios de transcurso y permanencia construidos (fig.3). En este caso, el vacío construido predomina por sobre el lleno, situación que es congruente con el sentido arquitectónico que se le quiere otorgar a la estación: más que ser sólo una vía de transporte, es además un espacio de permanencia temporal.

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Carácter simbólico

La estación Quinta Normal se caracteriza por estar situada en uno de los ejes más importantes de la ciudad de Santiago debido al circuito urbano-cultural que se ha ido construyendo en esa zona con el tiempo. Es por esto que el contexto inmediato a la estación está conformado de hitos e instituciones importantes, como centros culturales, museos, hospitales, complejos educacionales (universidades y colegios) y por supuesto, del mismo parque Quinta Normal que lo contiene.

Dentro del metro existen elementos culturales, como el cine (fig.4). Este está relacionado con el Centro Cultural Matucana 100, siendo el centro quien le da las películas.

Las exposiciones son a nivel público y en la misma mesanina o en salas como la Pablo Neruda

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La obra se contextualiza en un sector altamente significante y contribuyente a la historia de nuestra ciudad y en general a la cultura nacional.

Las edificaciones que rodean y conforman la zona datan la mayoría de fines del siglo XIX y principios del XX, siendo las construcciones más actuales restauraciones de estas mismas o reconstrucciones que siguen la misma línea (ya sea físicamente como simbólica o virtualmente) y que proyectan el mismo lenguaje evocativo que caracteriza a la zona.

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Contexto inmediato: Parque Quinta Normal

La obra no invade la preexistencia en la que esta construida, si no que más bien la respeta, se integra generando un acceso imponente y un remate simbólico de calle Catedral (fig.1).

Además de esto, la forma de la construcción (prismas que se enfrentan) generan una tensión que más que invadir el acceso, lo activa, haciéndolo un espacio habitable de circulación y permanencia (fig.2).

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Contexto próximo: Casco histórico-cultural

La estación más que como expresión formal, posee un fuerte lazo simbólico con el entorno que lo hace parte del contexto en el que esta emplazado.

Ya no solo es un medio de transporte como el resto de las estaciones si no que también cumple la función de integración cultural y urbana desde otros sectores hacia esa zona. Para generar este lazo la obra dentro de su equipamiento interno cuenta con salas y espacios de exposiciones que albergan e interiorizan de cierta manera las actividades que los edificios exteriores promulgan (fig.1).

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Relación interna y externa con su contexto

1a. Relación físico espacial interna

Las dimensiones interiores de la estación se pueden relacionar con su realidad externa (según el tejido urbano que establece) (fig.1). La estación se vincula a nivel de trama con su exterior (fig,2). El tejido urbano es una réplica de su interior tanto por su ubicación estratégica y multiplicidad programática.

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1b. Relación físico espacial externa

La localización de las salidas de la estación están dispuestas de tal forma que se relacionan con la trama que conforman las calles donde se emplaza, entablando un dialogo fluido, funcionando así como un remate de calle Catedral y portal de acceso del Parque Quinta Normal (fig.3), además de activar en general esa zona.

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1c. Su expresión al salir a la superficie

La altura de la construcción de los prismas no es mayor que el nivel de su referente inmediato, el parque, y es equivalente a la altura de su entorno próximo. Dialogo fluido con el entorno, en cuanto a escala se refiere.

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1d. Su expresión como forma arquitectónica.

Se visualiza como un objeto autónomo, tanto en materialidad como en forma, lo que radica en la falta de dialogo con respecto a sus preexistencias, debilitando su expresividad ante el entorno.

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2- Relación Cultural interno

2a. Desde su interior le es consustancial a su contexto, siendo esta una prolongación del espacio público, de su realidad externa. En este sentido, interiormente está equipada de salas de exposiciones (las que hoy por hoy guardan relación con el equipamiento exterior.

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2b. La estación como umbral establece un dialogo fluido, con su preexistencias del sector, tanto con el eje Matucana con un equipamiento fuertemente polarizado en barrio culturalmente, como también con el equipamiento del parque y sus alrededores

Conclusión

Podemos decir que la obra estudiada posee un carácter bastante peculiar: no es una simple estación de metro que funciona como medio de transporte si no que, además de esto, se ubica en su contexto físicamente, programática y simbólicamente, pero no necesariamente cumple con el sentido que se le quiere otorgar. Lo que hace esta obra es plantearnos el problema del rol de la arquitectura como espacio público y su responsabilidad sobre las oportunidades en la ejecución de un mejor ambiente para el desarrollo colectivo.

Formalmente la obra se relaciona a través de su dimensión y escala con el entorno inmediato, estos dos grandes volúmenes se imponen ante el espacio generando un lugar virtual que si existía antes, ahora lo activa. Además, la materialidad y la disposición de los elementos constructivos potencian el sentido evocativo de la obra, ya que la transparencia, limpieza y simplicidad de la construcción permite permeabilizar el límite entre lo interior y lo exterior, integrando la obra con el paisaje inmediato.

Internamente la obra también nos habla de la realidad en que esta situada, siendo la mesanina una réplica del eje Matucana, reforzando este carácter identitario con salas y espacios de exposiciones, además de una sala de cine.

Sin embardo, a nivel de expresión arquitectónica para/con el entorno próximo, se debilita el vínculo que pueda caracterizar el sentido de la obra, ya que la particularidad de las construcciones que la rodean es que son edificaciones macizas, mezcla de clásico con moderno (restauraciones o reconstrucciones) y la obra en sí más que hablar de historia (formalmente) habla de racionalismo, de una estructura visible, de elementos simples y limpios que poco y nada tienen que ver con antiguas construcciones.

Entonces, si bien la estación cumple su rol principal (activa la zona por completo por ser medio de acercamiento de otras zonas), no podemos decir que logra a cabalidad su cometido de integrarse en totalidad al sector en el cual está inmerso.

A pesar del intento de los autores por responder a las exigencias tanto de diseño como presupuestarias, es necesario iniciar un debate sobre la responsabilidad del arquitecto en las externalidades y oportunidades que sus obras generan en la ciudad, en este caso, la realización de una estación de Metro en la superficie, de manera de complementar la trama urbana , sin irrumpir con lo preexistente pero que a la vez se integre tanto compositiva como evocativamente, generando espacios que se conviertan en aportes al entorno y a la ciudad.

Bibliografía : http://www.revistaca.cl/2007/04/proyecto-metro-estacion-quinta-normal

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